Mitos, líos, dudas y errores frecuentes
Sobre la regla.
Por "ser virgen" se suele entender no haber realizado nunca el coito. Durante mucho tiempo se pensó que la rotura del himen era prueba inequívoca de la pérdida de la virginidad. Hoy, sin embargo, se sabe que no tiene por qué ser así. El himen es una membrana que tapa en parte los bordes de la abertura vaginal. El himen puede tener diferentes formas, tamaños y grosores, y ser más o menos elástico. Aunque casi todas las mujeres nacen con él, es fácil que el himen sufra pequeños desgarros por el borde con diversas actividades cotidianas; o puede que esto suceda durante la penetración. Así que igual lo tienes o igual no. Por eso no vale la pena que te obsesiones con el himen, pero consulta tus dudas o dificultades.
Esta idea es totalmente falsa. ¡Claro que se pueden tener relaciones sexuales teniendo la regla! Lo que puede pasar es que a la chica o a su pareja no les apetezca. Es una cuestión de gustos.
También hay que aclarar que haciendo el amor con la regla no tiene por qué cogerse ninguna infección (siempre que la pareja esté sana). La sangre proviene del útero y está limpia de gérmenes. El flujo menstrual no es nada sucio, sino más bien todo lo contrario: al fin y al cabo, lo que se expulsa es sangre limpia y la mucosa (endometrio) que hubiese servido de "cama" donde implantarse al óvulo ya fecundado en la trompa.
Sobre la masturbación se han levantado muchos mitos, normalmente nacidos de la idea de que es algo pecaminoso y sucio. Se ha dicho que la masturbación produce ceguera, esterilidad, que seca el cerebro, que hace que salgan granos, que impide el crecimiento... Se dice que las personas que se masturban están obsesionadas con el sexo o que "están salidas"... En otros momentos, en cambio, se dijo que la masturbación era muy sana y que todo el mundo tenía que hacerlo...
De hecho, es muy frecuente, sobre todo en la adolescencia, y la mayoría de los chicos y las chicas aprenden, mediante la masturbación, a experimentar el sexo y a conocer mejor su cuerpo y sus reacciones. En este sentido, puede ser una práctica muy satisfactoria e interesante. Ahora bien, la masturbación está bien si se hace porque apetece, no porque "todo el mundo lo hace" o porque "hay que hacerlo para ser guay".
Otro mito bastante extendido es que las chicas no se masturban, y que las chicas que lo hacen es que son más salidas. Esto no es verdad. Tanto los chicos como las chicas se masturban.
- SOBRE LA VIRGINIDAD Y LA PRIMERA VEZ
El tema de la virginidad es un poco complicado. Normalmente se entiende que alguien es virgen cuando no ha realizado nunca el coito, es decir, la relación sexual con penetración del pene en la vagina. Esto puede producir confusiones porque ¿es virgen quien ha mantenido prácticas sexuales como el sexo oral o anal, por ejemplo, pero no el coito? ¿Las lesbianas que nunca han tenido una relación con penetración, son siempre vírgenes?
Otras veces se dice que la virginidad exige que el himen esté intacto. Según esto, la virginidad es sólo cosa de chicas. Los chicos nunca son vírgenes. E incluso respecto de las chicas, pueden surgir confusiones: si una chica tiene el himen ya un poco desgarrado por el borde, aunque no haya tenido ninguna relación sexual (por ejemplo, por un golpe, o por ir en bici; aunque no es corriente) ¿ya no es virgen?
Así que, ¡no te obsesiones con el tema de la virginidad! Este tema tiene la importancia que TÚ quieras darle.
- ¿SE SANGRA LA PRIMERA VEZ?
Esto no tiene por qué ser así. Esta creencia estaba asociada a la rotura del himen. Por eso se decía, también, que si la chica no sangra la presunta primera vez, es que realmente no es virgen.
Es una creencia muy extendida entre las chicas. El dolor normalmente viene del miedo, el desconocimiento y la falta de información. Si estás tensa y nerviosa, los músculos de la vagina estarán contraídos y pueden dificultar la penetración. Cuanta más confianza y comodidad sientas con tu pareja, más relajada estarás y los músculos de tu vagina estarán distendidos. Si quieres puedes usar un lubricante para facilitar la penetración, pero recuerda que si no estás tensa, la primera vez no tiene porqué ser dolorosa.
Sobre el pene
A los chicos, igual que a las chicas, les preocupa su cuerpo, sobre todo durante la adolescencia. Y una de sus preocupaciones más frecuentes es la relativa al tamaño del pene.
¿Importa el tamaño? Es algo bastante subjetivo. El tamaño "normal" de un pene erecto puede variar entre 10 y 25 cms; la mayoría están entre 12 y 17. El tamaño no afecta en absoluto a la función sexual. Hay que tener en cuenta que la máxima sensibilidad de la mujer se encuentra en el clítoris, y éste no está dentro de la vagina, sino fuera. Y ya dentro de la vagina, la máxima sensibilidad se encuentra en el primer tercio de ésta, en la que se encuentran la mayor parte de las terminaciones nerviosas.
Esta idea es totalmente falsa. Existen multitud de prácticas sexuales que puede llevar a cabo una pareja, con total satisfacción para ambos. Normalmente se piensa que el coito vaginal es la forma normal y completa de mantener relaciones sexuales, pero hay otras prácticas tanto o más placenteras.
Esta idea, totalmente falsa, responde a un estereotipo aún no del todo superado, que ve al hombre que mantiene muchas relaciones sexuales como un "machote", mientras que a la chica que hace lo mismo se la considera una "golfa". Eso aún coarta mucho a las chicas a la hora de tomar la iniciativa en las relaciones amorosas o sexuales, y también hace que se corten bastante más que los chicos a la hora de hablar de sus deseos o de sus experiencias sexuales.
Por otra parte, este mito también es mentira por lo que se refiere a los chicos. La idea de que los hombres "siempre tienen ganas" es falsa.
- ¿LOS HOMBRES QUIEREN SEXO Y LAS MUJERES, AMOR?
Esta idea también tiene un trasfondo cultural, el mismo que hemos visto a propósito del mito anterior. Lo cierto es que las relaciones sexuales se pueden tener con amor o sin él, da igual que seas chico o chica. Lo importante es tener claro lo que se desea realmente, y respetar siempre las opciones de los demás.
A veces, sobre todo en la adolescencia, es frecuente dejarse llevar por las opiniones de los demás, o por las modas o lo que se considera "guay", y se hacen cosas que en realidad no apetecen.
Seguro que has oído un montón de trucos para no quedarse embarazada, cada cual más original o disparatado:
No te puedes quedar embarazada la primera vez.
No te puedes quedar embarazada en la piscina.
No te quedas embarazada si después de hacerlo te lavas los genitales.
No te quedas embarazada haciéndolo de pie.
Etc., etc., etc.
Todos estos trucos son, naturalmente, falsos: te puedes quedar embarazada desde la primera relación sexual con penetración.
- SOBRE LO QUE PUEDE PRODUCIR UN EMBARAZO Y LO QUE NO
Tal vez hayas oído en alguna ocasión que existe la posibilidad de quedarse embarazada practicando el sexo oral, sobre todo si te tragas el semen. Esto es completamente falso. Eso sí, el sexo oral es una vía de transmisión del VIH/sida y de otras ETS. Recuérdalo.
Otro rumor que puedes haber oído es que cabe la posibilidad de embarazo sin penetración. Esto sí puede ser cierto, aunque es muy, muy improbable. Piensa que si cae semen cerca de la entrada de la vagina, el flujo vaginal puede ayudar a los espermatozoides a subir hacia el útero. Por tanto, hay que intentar evitar la eyaculación sobre la vulva, porque tiene riesgo de embarazo.
Sobre los efectos de la píldora (y, en general, los anticonceptivos hormonales) se cuentan muchas cosas: que engorda mucho; que tiene unos efectos secundarios tremendos; que al tomarla disminuye el deseo sexual; que provoca esterilidad, etc. En todo esto hay una parte de realidad, y otra parte de ficción. Es verdad que la anticoncepción hormonal puede tener efectos secundarios; algunos son perjudiciales, y otros beneficiosos. Pero también hay muchas creencias completamente falsas sobre la anticoncepción hormonal, como las siguientes:
No es efectiva al comienzo y en la semana de descanso.
Hay que descansar después de un tiempo tomando anticoncepción hormonal.
Hay que estar un tiempo sin anticoncepción hormonal antes de buscar un embarazo.
Provoca malformaciones fetales.
Aumenta la fertilidad y la posibilidad de embarazo de gemelos.
Provoca aumento de peso y varices.
Cada mujer tiene indicada una píldora.
Es necesaria una analítica para comenzar con la anticoncepción hormonal.
Esta es una creencia muy extendida, que puede ser verdadera pero no tiene por qué serlo. Veamos: ponerse el preservativo puede romper el curso normal de la relación sexual, pero también puede convertirse, si se le echa imaginación, en parte del juego sexual: por ejemplo, si os lo ponéis entre los dos, o si al chico se lo pone su pareja. Además, se pueden usar preservativos divertidos: de colores, sabores, etc.
Es cierto que el uso de preservativo puede hacer que el chico pierda algo de sensibilidad, pero no mucha. Y las ventajas que ofrece (prevención de SIDA y otras ETS, eficaz protección contra embarazos no deseados) compensan con creces. Por otra parte, recuerda que hay diversos modelos y marcas en el mercado, y que unas pueden asegurar más sensibilidad que otras.
Hoy, por suerte, son muy pocos los que piensan ya esto. El SIDA puede afectar a cualquier persona que no tome precauciones a la hora de evitar la transmisión. No es cosa de un colectivo concreto (los homosexuales, los drogadictos, los promiscuos, como se dice a veces). El SIDA puede afectar a cualquiera, sin distinción de raza, orientación sexual o número de relaciones sexuales que mantenga. Basta con realizar una sola práctica o contacto de riesgo, del tipo que sea, para que puedas contagiarte con el SIDA. Y recuerda que las prácticas de riesgo son todas aquellas que te pongan en contacto con la sangre, el semen o los fluidos vaginales de personas infectadas, o de personas desconocidas para ti.
Está bastante extendida la asociación entre bisexualidad y promiscuidad, pero esto no responde a la realidad. El que alguien sea bisexual no quiere decir que tenga muchas relaciones sexuales; simplemente, quiere decir que las tendrá con quien le guste, que en su caso pueden ser chicos o chicas, pero no todos los que se le "pongan a tiro".
- ¿SE PUEDE DEJAR DE SER HOMOSEXUAL SI SE PONE MUCHA FUERZA DE VOLUNTAD?
Si alguien tiene la seguridad de ser homosexual, no puede cambiarlo a su antojo. La orientación sexual no se elige ni se cambia por una decisión consciente, y la homosexualidad no es una enfermedad. Se puede recibir ayuda psicológica, pero no para cambiarlo, sino para aprender a aceptarlo.
Esta es una idea muy extendida y totalmente errónea. Las personas homosexuales no desean cambiar de sexo. Esta idea viene de que se suele confundir homosexualidad con transexualidad, cuando son dos cosas totalmente distintas. Ser homosexual es una opción, una orientación sexual y esto no tiene nada que ver con la identidad sexual.
No se puede negar que los orgasmos son fantásticos, pero tal vez se les dé demasiada importancia. Si llegar al orgasmo se convierte en la única razón de la actividad sexual, puede que eche a perder el goce del sexo. No hay que obsesionarse; no debe haber ninguna presión por llegar al orgasmo; el sexo puede ser divertido sin él. No alcanzarlo no significa el fracaso de la pareja desde un punto de vista sexual, ni mucho menos afectivo.
Esto es falso. En primer lugar, porque para las mujeres, el principal centro de placer es el clítoris, que se encuentra a unos 2 o 3 cms. de la vagina, al borde de la vulva. El orgasmo se consigue con más facilidad tocando y estimulando el clítoris. Sin embargo, los métodos y preferencias de estimulación clitoridiana varían: a unas les gusta el contacto directo; otras lo encuentran incómodo. El coito no presta mucha atención al clítoris, por eso sólo un pequeño porcentaje de las mujeres llega al orgasmo exclusivamente mediante el coito. La estimulación de la zona del clítoris por la mujer o su pareja durante el coito puede conducir al orgasmo. También se puede conseguir mediante el sexo oral y la estimulación manual.
Normalmente, después del orgasmo, el cuerpo queda satisfecho y entra en la fase de resolución, en la que todo regresa al estado anterior a la excitación. El clítoris quiere "descansar" y suele estar demasiado sensible para más estimulación, y a los chicos les pasa algo similar, ya que entran en el llamado "periodo refractario", durante el cual no pueden tener otro orgasmo.
Sin embargo, hay mujeres que pueden mantener un alto grado de excitación incluso después del orgasmo, y elevarlo hasta llegar a otro clímax (e incluso a otro, y a otro más).
- ¿QUÉ PASA CON EL PUNTO G?
La mayor parte de las mujeres alcanzan el orgasmo con la estimulación del clítoris. Sin embargo, algunas mujeres lo alcanzan por medio de la estimulación vaginal. Algunas partes de la vagina son más sensibles y pueden estimularse mediante el coito o por otros métodos. Normalmente, los primeros centímetros de la vagina tienen más terminaciones nerviosas que la parte interna. La pared anterior de la vagina también parece ser más sensible que la posterior, tal vez por estar más cerca del clítoris y por algo que se conoce como "Punto G". El "Punto G" se llama así en recuerdo de Ernest Grafenberg, un médico alemán al que se le atribuye haberlo descubierto en 1950. En ciertos aspectos, continúa siendo un misterio.
Todos sabemos que los hombres eyaculan, liberando un fluido -el semen- durante el orgasmo. Hay algunas mujeres que también han llegado a eyacular a través de la estimulación del Punto G, pero no se sabe con claridad la composición de la eyaculación femenina.